Balanza química, ¿Cuál elegir y qué tipos hay?
Una balanza química es toda aquella balanza con la que se puede realizar pesajes muy precisos. Esto quiere decir que el rango que contiene la balanza abarca medidas como 0,0001g.
Por lo tanto se convierte en un instrumento primordial al trabajar en laboratorios químicos y profesionales. Su funcionamiento no es automático y se emplean mediante el uso de la gravedad para marcar el peso del objeto.
Tabla de contenidos
Estructura general de la balanza química
Existen múltiples tipos de balanza química, las cuales son establecidas en un laboratorio según el propósito. Sin embargo todas contienen las siguientes características generales.
Receptor de carga
También llamado como platillo, plataforma o plato de medida. Es el lugar sobre el cual se dispondrán los objetos a determinar el peso. El sistema electrónico (en este caso) estará directamente ligado a esta plataforma de medida.
Todos los tipos de balanzas tienen un receptor de carga. Incluso las balanzas mecánicas, que en algunos casos el receptor es un gancho (balanza de muelle).
En la balanza química o de laboratorio el plato o plataforma de medida puede identificar el peso sin problemas de posicionamiento. En otras como la balanza de cruz es necesario centrar el objeto en el platillo que pende del astil.
Sensores
A diferencia de las balanzas mecánicas quienes utilizan sistemas de contrapeso para realizar sus mediciones. La balanza química tiende a ser una balanza electrónica y por lo tanto su proceso de medición se realiza con sensores.
Esto quiere decir que necesita de electricidad para poder funcionar y marcar el peso. El objeto se coloca encima del plato de medida y los sensores detectan la carga. Mandan señales eléctricas dependiendo de la fuerza con la que el objeto influya.
Es por esta razón que las balanzas electrónicas tienden a ser mucho más precisas que el resto de las balanzas.
Pantalla LCD
Es un tipo de pantalla muy delgada que funciona con múltiples píxeles de colores o unicolores. Detrás de ellos está la iluminación quien permitirá que la pantalla figure lo establecido.
En la balanza química los sensores envían las señales eléctricas a un procesador quien las codifica. Luego contabiliza y envía la información a la pantalla LCD quien refleja el peso del objeto en la plataforma de medida.
Tipos de balanza química
Para los trabajos en campos científicos los tipos de balanzas varían mayormente por la precisión. Si es un campo en el que se elaboren mediciones se tiene una balanza química muy precisa.
Balanza analítica
Sin duda es un tipo de balanza que requiere una adaptación externa estricta. Sí bien existen balanzas que se adaptan al entorno en el que se coloquen. Mientras el rango de medida sea menor (más preciso), factores físicos influyen en el resultado del pesaje.
El aspecto general de la balanza analítica trata de un plato de medida pequeño dentro de una cápsula de vidrio. Contiene una base cuadrada resistente y con suficiente peso para que la balanza no se vaya a mover con facilidad.
Para que la balanza química analítica funcione correctamente es necesario ubicarla con las siguientes condiciones. La habitación en la que estará debe contener máximo una sola entrada. Así es menor la incidencia de las corrientes de aire.
Es el mismo caso con la cantidad de ventajas de la habitación. Mientras sea menor el número de ventanas habrá menos radiación solar. También serán inferiores las posibilidades de corrientes de aire que afecten en la medición del objeto.
Es indispensable colocar la balanza en una mesa firme. La cual debe estar bien posada sobre el suelo para tener la menor cantidad de vibraciones posibles.
También tiene que estar posicionada lejos del tránsito de personas en un laboratorio. Aunque normalmente en laboratorios en los que se trabaja con sumo cuidado las personas no tienden a moverse rápidamente.
De este modo también se reduce la posibilidad de que vibraciones afecten a la mesa. Que al mismo tiempo afecta al resultado del peso del objeto que esté en la balanza analítica.
Las esquinas tienden a ser lugares de piso rígido y menos propenso a vibraciones para posicionar la balanza química. A su vez la mesa tiene que ser anti magnética. Esto quiere decir que no puede estar hecha de metales y acero.
Balanza de precisión
Este tipo de balanza química es menos precisa que la balanza analítica. Incluso en la última mencionada una mínima incidencia de corrientes de aire podría variar notablemente el peso de una sustancia.
Sin embargo su rango de medida también es bajo, llegando señalar pesos de hasta un miligramo. Los cuidados y condiciones de uso son similares a los mencionados, en este caso menos estrictos.
También contienen platos de medida redondos o plataformas de medida rectangulares. Generalmente contiene el soporte inferior con cilindros cortos de goma que se fijan bien a la superficie.
Sus aplicaciones son muy notables en comercios, laboratorios químicos y profesionales. Carnicerías, en los hogares y locales de repostería por nombrar algunos.
Es una balanza química mucho menos precisa cuya accesibilidad es extensa para las personas. Es decir, que es perfecta en cuánto a economía, tamaño y precisión para aquellos que no trabajen en un laboratorio.
De igual modo funciona con sensores que emiten las señales eléctricas, marcando el resultado del pesaje en la pantalla.
Sus modelos van desde balanzas de precisión muy grandes para industrias. Otras medianamente grandes para empresas de entrega de correspondencia.
Para tener un resultado más acertado y exacto, hay que tener la balanza bien calibrada. Además si es posible colocarla en una mesa firme que no se balancee. Tampoco debe estar sometida a vibraciones que afecten el resultado del pesaje.
¿Qué tan importante es la balanza química?
Su relevancia está en la utilización en campos farmacéuticos y en la medicina. Se con vierte en un elemento primordial para elaborar sustancias cuyos componentes tienen que ser exactos.
Existen incontables funciones laborales en las que por lo menos una balanza mecánica está implícita. En el campo de la medicina cada miligramo cuenta para definir si es conveniente o no un medicamento.